1. Tienes expectativas equivocadas

El ayuno intermitente se trata, ante todo, de acostumbrar al cuerpo a un nuevo ritmo: se le da al cuerpo conscientemente una pequeña pausa de la (excesiva) comida. Así que sé paciente con él, ya que ha estado acostumbrado durante muchos años a recibir alimento cada vez que lo desea.

Ahora, esta fuente de energía se le quita de la noche a la mañana durante un tiempo. ¡Y él tiene que lidiar con eso primero! Quizás te sientas desanimado ya después de unos días si los primeros resultados visibles tardan en aparecer. Sin embargo, cabe mencionar que el cuerpo generalmente necesita al menos dos semanas de adaptación.

Además, al principio puede haber retención de agua, lo que puede dar lugar a fluctuaciones de peso. Con el posterior efecto “Whoosh”, perderás peso.

2. ¡Sigues comiendo demasiado!

Sin importar qué método de dieta elijas para reducir grasa, se necesita un déficit calórico. ¡Lo mismo se aplica al ayuno intermitente! Según muchos asesores, parece que la cantidad de calorías durante la fase de comida es totalmente irrelevante.

Pero lo que es demasiado se convierte, como siempre, en grasa y se manifiesta rápidamente como molestos bultos. El ayuno intermitente solo funciona si comes con sensatez durante la fase de comida. Eso significa: no excesos, simplemente porciones normales y, si es posible, comer de manera saludable.

Aquí encontrarás una regla simple para determinar el tamaño de porción óptimo.

3. Comes lo incorrecto

Quien se lanza a la comida después de la fase de ayuno y se llena de comida poco saludable rápidamente echa por tierra el plan de perder peso con éxito. Al igual que con cualquier dieta, no solo debes prestar atención a la cantidad, sino también a la elección de los alimentos. Una dieta equilibrada sin demasiada azúcar es fundamental para alcanzar tu objetivo de peso.

Además, en el ayuno intermitente es importante que adaptes tu plan de alimentación al nuevo ritmo para evitar antojos y garantizar el suministro del cuerpo con todos los nutrientes importantes.

En la aplicación BodyFast de ayuno intermitente, esto lo hace el coach inteligente por ti, pero también puedes ajustar los horarios a tu rutina diaria en cada semana de ayuno.

4. Falta de preparación

Para perder peso con éxito, se requiere una preparación cuidadosa. Como ya se mencionó, es muy importante prestar atención al tipo y cantidad de alimentos. Un plan semanal para cada comida y una lista de compras semanal te ayudarán a mantener tu alimentación bajo control. También puedes evitar comprar bombas de calorías (especialmente alimentos azucarados) que te metas inmediatamente en la boca después de comprarlas o que mantengas a mano en casa.

También se debe ajustar el consumo de alcohol, ya que durante la fase de ayuno solo se permite agua, té sin azúcar y café negro. Es mejor planificar tiempo suficiente antes de comenzar el ayuno intermitente para reducir o deshabituarte de las bebidas como el alcohol y el café azucarado, en lugar de intentar deshabituarte durante el primer ayuno. Porque esto puede llevar rápidamente a síntomas de abstinencia, dolores de cabeza y estrés.

Sin embargo, si tienes un poco de paciencia, este tiempo pasará bastante rápido, ¡no dejes que eso te impida ayunar! Los efectos positivos te recompensarán con creces.

5. Te mueves demasiado poco

Quien quiere perder peso de manera saludable no debe rehuir el deporte. El movimiento físico ayuda a construir masa muscular, lo que consume mucha energía. Si durante el ayuno intermitente no haces nada porque piensas que debes ahorrar energía, lograrás precisamente eso: tu metabolismo necesitará menos energía, de modo que la energía que recibe de los alimentos se almacena como grasa en las células. Al mismo tiempo, el cuerpo descompone masa muscular porque simplemente ya no se necesita.

El ejercicio físico regular activa tu metabolismo, lo que estimula la quema de grasa. Desde paseos regulares hasta correr y levantar pesas en el gimnasio, todo esto es compatible con el ayuno intermitente. Dale a tu cuerpo un tiempo de adaptación, se ajustará muy rápidamente. Pronto estarás más en forma, entrenado y más delgado.

Los desafíos semanales de BodyFast te ayudan a mantenerte en forma e integrar movimiento en tu vida diaria. El coach te propone desafíos y son opcionales para ti.

6. Restringes demasiado tu vida diaria

No todas las formas de ayuno intermitente se adaptan a cada rutina diaria. Además, a veces surgen citas o eventos inesperados. Por esta razón, el ayuno intermitente permite de vez en cuando un cambio de 1 a 2 horas.

Aunque esto no debería suceder con demasiada frecuencia, ya que las fases de comida y ayuno deben mantenerse bastante constantes. Sin embargo, no deberías restringirte demasiado, ya que de lo contrario la resistencia, la motivación y el placer de ayunar pueden cambiar rápidamente.

7. Eliges un método que no se ajusta a tu situación de vida

Si te cuesta bastante acostumbrarte al nuevo ritmo, entonces la variante actual del ayuno intermitente puede que no se adapte a tu situación de vida. 5/2, 16/8 o 10in2: el ayuno intermitente se puede realizar en un ritmo de comida y ayuno diferente. Si una variante no funciona, vale la pena probar otra.

El BodyFast-Fastencoach es, por supuesto, el más recomendable, ya que adapta tu plan de ayuno cada semana a tus datos personales, objetivos y requisitos.

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