Por qué los órganos digestivos reaccionan de manera más sensible después del ayuno

El cuerpo atraviesa diversas fases durante el ayuno intermitente:

• El nivel de azúcar en sangre se normaliza,

• el nivel de insulina disminuye,

• el cuerpo cambia el metabolismo de la quema de azúcar a la quema de grasa,

• el efecto de la autofagia se potencia, tu cuerpo se limpia a sí mismo.

  
  

Durante esto, tus órganos digestivos también toman un descanso. Ya no funcionan constantemente a máxima capacidad, sino que pueden ahorrar energía durante las pausas entre comidas. Lo hacen, por ejemplo, produciendo menos enzimas digestivas. La sensibilidad a la insulina también aumenta, es decir, el cuerpo reacciona más fuertemente que de costumbre al azúcar de los alimentos ricos en carbohidratos.

Con tiempos de ayuno moderados de 14 a 20 horas, estos efectos son limitados. Sin embargo, después de fases de ayuno de 24 horas o más, los órganos digestivos pueden responder de forma más sensible de lo habitual. En general, se considera que los períodos de ayuno prolongados (más de 20h) solo deben ser realizados por ayunadores sanos y experimentados. Para una abstinencia de alimentos de más de 48 horas, recomendamos la supervisión de un médico, ¡ya que entonces abandonas el terreno del ayuno intermitente!

Cómo volver a acostumbrar suavemente al cuerpo a la comida

Después de una larga abstinencia de alimentos, es importante volver a acostumbrar suavemente al cuerpo a la ingesta de alimentos. Si comes demasiado rápido, demasiado o lo "incorrecto", puede tener consecuencias desagradables.

Por ejemplo, un plato de pasta, una pizza u otras bombas de carbohidratos pueden hacer que tu azúcar en sangre se dispare. Igualmente, este luego cae rápidamente, lo que puede llevar a crisis de hambre. Además, la reducción de enzimas digestivas puede hacer que los alimentos permanezcan más tiempo en el estómago. Las náuseas, la hinchazón y la diarrea son a menudo las consecuencias.

Con estos consejos rompes tu ayuno de la forma correcta:

1. Beber lo suficiente

No solo es crucial durante el ayuno, sino también al pasar nuevamente a la fase de alimentación. Comienza asegurándote de estar bien hidratado amtes de la ingesta de alimentos y asegúrate también, después de romper el ayuno, de estar suficientemente abastecido de líquidos. El primer paso: Comienza tu fase de comidas con un gran vaso de agua.

2. Porciones pequeñas y buena masticación

Comienza con una porción pequeña, aproximadamente la mitad de lo habitual. Si luego sigues con hambre, siempre puedes añadir más. Además, es importante masticar bien y con frecuencia. 20-30 veces por bocado son recomendables. Así inicias el proceso digestivo ya a través de las enzimas en la cavidad bucal. Además, disfrutas de manera más consciente y te das cuenta antes de que se establece la sensación de saciedad.

3. Comenzar suavemente con sopas

El caldo o la sopa son una excelente elección después de un período de ayuno prolongado. Haces algo no solo por tu cuenta de líquidos y rellenas los depósitos de electrolitos. También alivias los órganos digestivos. Alimentos como verduras al vapor, aguacate, etc. también son muy buenos.

4. Combinación de proteínas y grasas buenas

En lugar de componentes ricos en carbohidratos, elige algo rico en proteínas, como pescado, tofu o aves, preparados en grasas saludables (por ejemplo, aceite de oliva, de aguacate o de coco). Esta combinación hace que la glucosa entre más lentamente en el torrente sanguíneo y tu nivel de azúcar en sangre aumente de forma constante.

5. Comidas fácilmente digestibles

Las primeras 4-6 horas después de un período prolongado de ayuno, los alimentos difíciles de digerir no son una buena elección. Estos incluyen, por ejemplo, nueces y semillas, alimentos crudos, coles y verduras muy ricas en almidón (incluyendo patatas, calabazas, legumbres o maíz) así como productos lácteos y alcohol.

Ten en cuenta también: Con la experiencia, tu cuerpo se adapta mejor a períodos de ayuno más largos. Por eso, especialmente los principiantes y aquellos que regresan deben comenzar suavemente con la comida. Pero cada persona es diferente. Presta atención a las señales de tu cuerpo. ¡Incluso con ayunos más cortos (hasta 24 horas) te beneficias de una primera comida con lo menos posible de carbohidratos!

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Así rompes tu ayuno correctamente y apoyas tus éxitos en el ayuno intermitente

Particularmente después de períodos prolongados de ayuno, es importante introducir lentamente tu cuerpo nuevamente a la comida. Si tienes cuidado de no sobrecargar tus órganos digestivos de inmediato, habrás logrado mucho y te sentirás mucho mejor.

Lo mejor es continuar, en cada ruptura del ayuno, justo donde lo dejaste: es decir, haciendo mucho bien a tu salud. Por lo tanto, vale la pena echar un vistazo a tu plato - y más allá.

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