Pésate como máximo una vez a la semana a la misma hora del día y en las mismas condiciones, preferiblemente por la mañana y en ayunas.
Las fluctuaciones a corto plazo del peso corporal se deben al balance hídrico. Lo importante es que la tendencia sea a la baja.
Tómate las medidas corporales 1-2 veces al mes para que puedas vigilar más de cerca tu progreso.